Páginas

sábado, 8 de marzo de 2014

Morir allí, por exceso de velocidad y ganas.

La forma más bonita de hablar del amor es callándose. Como queriendo decir: ''Nada de lo que diga, estará a la altura de lo que siento''.

Así que me quedaba sin palabras, cada vez que me preguntabas si estabas guapo. Guapo con esa mirada, que parecía ser una ventana de esperanza. Y con esa curva de su boca, que parecía llevar al paraíso, y donde siempre cerraba los ojos, deseando no cruzarla nunca. Deseando quedarme con el arcén de sus labios. O morirme por allí, por exceso de velocidad y ganas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario