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lunes, 7 de julio de 2014

Me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida.

Si todos los caminos llegan a Roma, ¿como se sale de Roma?
A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco. Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos esta regalando lo único que no recuperara jamás.
Y es que la vida son momentos ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo se.
Asó que quería decirte que si alguna vez quieres algo, si quieres algo de verdad, ve por ello sin mirar atrás, mirando al miedo de frente y a los ojos entregándolo todo y dando el alma, sacando el niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella.
Así que no se que será de mi mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo.
Que los amigos, son la familia que elegimos, y yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, y apuesto fuerte por todos estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos así porque sí, sin venir a cuento ni tener porque celebrar algo.
Y es que en este tiempo me he dado cuenta, de que los pequeños detalles son los que hacen grandes cosas. Que tu has hecho infinito mi límite. Así que te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo. Por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, por ese brillo en los ojos capaz de pelear contra un millón de tsunamis. 
Así que no, no se donde estaremos dentro de 10 años, ni se como se sale de Roma. No te puedo asegurar nada, pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés. voy a acordarme de ti toda la vida, y por eso mi Luna va a estar siempre contigo, porque ti, me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida.

Y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

domingo, 6 de julio de 2014

Si tu no quieres dormir conmigo, yo prefiero dormir sola.


Así que he llorado, porque yo quiero vivir siempre en los días de gloria, en los días cumbre, yo quiero que nunca te canses de preguntarme que hago hoy y no quiero sonreírte a cada paso que das. Pero ahora parece que hace una vida de todo aquello, ahora parece que nunca ocurrió, o que ocurrió en otra reencarnación, y he llorado porque quizá si no podemos mantener eso, quizá tú no eres lo que busco, porque yo busco un non-stop en mis días perfectos porque las sonrisas están para lucirse. Porque estoy harta de ti y de que me vendas la moto con tantas palabras que se desvanecen como el humo de tus cigarros. Estoy harta de que me conquistes con una mirada y de que pierda el culo por ti cuando tú me tienes de plan B. De verdad, no soporto que te busque entre otras personas que se supone que no te llegan a la suela de los zapatos en la discoteca y te encuentre haciendo cosas que supuestamente perjuraste que ya no ocurrían. Vete a la mierda, porque no te entiendo, ¿No era yo distinta para ti? ¿No me dijiste que era especial? Es que te odio, te odio como no creí que te fuera a odiar, te odio joder. No teníamos nada, lo nuestro sólo eran palabras, palabras que me hiciste creer, palabras que quise creer, palabras tan llenas de significado para mi, y en el fondo tan vacías como nuestras manos. ¿Y tus famosos principios? ¿Y esa integridad de la que siempre me hablaste?.
Ojalá pudiera volver a verte, olvidar todo lo que sé de ti, olvidar todo lo que me gustas, porque yo soy sincera ¿sabes? Y cuando dijimos todas esas cosas yo las decía de verdad, aunque ahora veo que soy la única que apostó por nosotros.
Si quieres, puedo contarte más y es que ojalá todas aquellas personas que me avisaron de que tu eras así, así de simple y así de tu, les hubiese echo caso. Pero lo que más rabia me da es que cuando mañana me hables por cualquier tontería, yo voy a volver a perder el culo por ti, porque esto es así, las cosas no se dejan de sentir de un día para otro. Tú no vas a dejar de ser basura de un día para otro, y yo no voy a dejar de pensar que eres el tío más maravilloso del mundo por muchas veces que te vea con otra en alguna esquina.
Si tú no pones empeño, yo no puedo hacer el trabajo de los dos. Si tú no quieres dormir conmigo, yo prefiero dormir sola. Si tú pasas de mi, para mi ya no existes. Si intentas chulearme las cosas te van a salir mal porque ¿sabes? tu mismo me lo dijiste, dijiste que yo no era como el resto, que nunca habías conocido a alguien igual, y no sabes hasta que punto eso es lo único cierto que has dicho en toda tu vida.